¿Pero Cuál es el árbol prohibido?
DEL ARBOL DEL PARAISO
¿Pero Cuál es el árbol prohibido?
El hombre, el ser humano como tal. La
especie humana y que representa en si a la vida misma.
El
árbol de la ciencia del bien y del mal.
Ese es el árbol, que fue plantado en la mitad del paraíso y no
podía ser tocado; de sus frutos no comerán.
Más ellos comieron y al hacerlo, destruyeron a
la raza humana como tal
¿Más qué es lo que está haciendo caer,
hundirse aún más a la humanidad?
A la
vida se la ha querido dañar, destruir
y a su vez a ese gran árbol, que
nos ha contenido a todos.
Fue necesaria la presencia viva de Dios en la tierra, manifestada a
través de su hijo Jesucristo, quien se
ofreció como holocausto, para poder así
reparar el pecado de nuestros antepasados Adán y Eva.
Y
siendo Jesucristo el árbol
primigenio, instauró a su vez un nuevo
árbol, la cruz que nos ha redimido a
todos. Y aunque Jesucristo, es el nuevo
tiempo de amor y de perdón, de redención y
de victoria, nosotros tenemos el
deber de reparar, también ese error y no
lamentarnos ¿Para qué?
Debemos apresurarnos, el mundo necesita un cambio urgente, seres
nuevos.
Hay que parar ese juego de odio, esa cadena de destrucción, de
sinrazón y de muerte, gestada a su vez por el deseo de poder, un
poder para dañar y aniquilar, destruir y
quien sabe que, más oscuros intereses.
Y ese cambio está en cada humano como
tal. Lo garantiza que estemos dispuestos a sembrar un árbol en cada camino y ciudad, por lejana que sea, a cuidarlo, para que la
humanidad sienta que no está sola y que hay un Dios que es amor. Ser como aquel, que lo dio todo, por nosotros.
Bueno al menos, quererlo
ser… Dios hará lo demás.
Beatriz
Elena Morales Estrada ©
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